La geometría de los reflectores está optimizada gracias a una novedosa tecnología de raytracing (trazado de rayos). Se incluyen los datos de la lámpara UV y del reflector dentro del programa, formando un modelo tridimensional. Los niveles estáticos que reciben la radiación son superficies representativas para el secado UV y se representan a distintas distancias. El eje de la lámpara y las distancias habituales hasta el producto de impresión o revestimiento son determinantes. La trayectoria de los rayos cambia en función de la geometría del reflector. Según la aplicación, la trayectoria de los rayos del sistema UV debe cumplir ciertos requisitos. Los reflectores elípticos focalizan la radiación, y, a su vez, los reflectores parabólicos conforman un abanico. La potencia de radiación se mide y se muestra en vatios por milímetro cuadrado, dentro de un diagrama tridimensional. El raytracing permite calcular y optimizar la eficacia del equipo UV, la homogeneidad de la radiación y las características relativas a la distancia.
La siguiente fase del desarrollo consiste en optimizar la termodinámica. Se procede a volver a introducir el equipo en el programa, en forma de modelo tridimensional que simula la velocidad del flujo de aire y la carga térmica del mismo, los reflectores y las piezas de la carcasa a lo largo de la unidad UV. Se señalan las zonas críticas y de este modo se pueden optimizar dinámicamente. El raytracing y la simulación térmica reducen considerablemente la duración del proceso de desarrollo, puesto que la concepción de los reflectores y de las piezas puede adaptarse directamente, una vez completada la fase de optimización, al sistema CAD tridimensional. Estos simuladores permiten reducir al máximo las costosas pruebas de laboratorio.
